Del libro que voy a hablar hoy es uno de mis preferidos. Un monográfico sobre los templos del antiguo Egipto que no debería faltar en ninguna librería. Pero vamos por partes:
El autor es Richard H. Wilkinson, experto en simbolismo egipcio, profesor de cultura y jeroglíficos egipcios en la Universidad de Arizona. Una voz de autoridad y respetada en la profesión que ha dirigido algunos de los proyectos arqueológicos de excavación e investigación en Egipto más importantes durante más de años, especialmente en la zona de Tebas. Son varios los libros que ha publicado.
Su libro Los templos del antiguo Egipto ha sido publicado en español por la editorial Destino en el año 2002. Actualmente no es tan fácil de encontrar, pero es posible hacerlo si buscamos bien. Los datos de la edición son los siguientes:
Título: Los templos del antiguo Egipto
Autor: Wilkinson, Richard H.
ISBN: 9788423334179
Editorial: Ediciones Destino
Fecha de la edición: 2002
Lugar de la edición: Barcelona. España
Encuadernación: Cartoné
Medidas: 26 cm
Nº Pág.: 255
Idiomas: Español
Esta obra está centrada, como su título indica, en todos los templos que vamos a encontrar en el país del Nilo. No en los más importantes, sino en todos los que hay repartidos por su geografía. En primer lugar es necesario ponernos en contexto y explicarnos qué es un templo y cuál es su funcionamiento y Wilkinson lo hace magistralmente dedicando buena parte del libro a cuidar este aspecto.
Dividiendo la obra en cinco grandes apartados, veremos que solo el quinto es el dedicado a nombrar y describir todos y cada uno de los templos, el más amplio en cuanto a número de páginas no obstante, siendo el primero, tras la consabida introducción y mapa del país, un capítulo titulado “Residencias para la eternidad”. En él se nos cuenta cuáles fueron los orígenes del templo, su evolución a lo largo de la historia y su decadencia final.
El segundo apartado, “Mansiones propias de dioses”, se centra en aspectos funcionales y artísticos de los templos narrando desde cómo se elige el lugar sagrado, cuáles son los rituales antes de comenzar el culto en este, su construcción, decoración y cambios a lo largo de la historia.
El tercer apartado es más intimo ya que nos explica el interior del templo. En “Mundos dentro de otros mundos” encontraremos la explicación acerca de cómo se compone un templo en todas sus partes y el significado de las mismas, desde la entrada hasta el santuario y zonas exteriores, así como el simbolismo de estas partes.
El cuarto y último apartado antes de detenernos en los templos de Egipto es “Entre el cielo y la Tierra”, capítulo centrado en los aspectos religiosos y celebraciones propios del mismo incluyendo a los dioses y su culto.
Así, casi sin darnos cuenta hemos pasado páginas del libro hasta llegar a “Templos de dioses y faraones” donde conoceremos todos los templos descubiertos en el país siguiendo un eje norte-sur, inverso al transcurso del río. No solo estudiaremos todos sus templos, sino que también dedica un apartado a los oasis y puestos fronterizos así como un epílogo acerca de las excavaciones en la actualidad junto algún consejo de visita a los templos.
Hay que decir que los templos son descritos en detalle, algunos más y otros menos dependiendo de lo que se sabe de ellos o los restos que queden actualmente, pero sin profundizar tanto como otras publicaciones exclusivas pueden hacer. Es decir, si queremos conocer al detalle el templo de Karnak deberemos leer publicaciones centradas exclusivamente en este templo, pero solo si queremos conocer todos y cada uno de los detalles del templo, ya que, tanto a nivel de alguien que no conoce absolutamente nada del templo como de alguien que ya lo ha visitado cada registro que nos deja Wilkinson es lo suficientemente rico en detalles y descripciones para colmar las expectativas de cualquier lector, con la única excepción de los profesionales en el tema que por supuesto leerán publicaciones más profundas sobre cada elemento, y seguramente estos profesionales habrán leído este libro u otros similares cuando estaban empezando.
¿Es, por tanto, un libro que recomiende? Desde luego que sí. No solo lo recomiendo sino que me parece básico si queremos adentrarnos en el conocimiento de los templos del antiguo Egipto o si estamos empezando a descubrir esta maravillosa civilización. Es un libro redondo que hay que leer y consultar una y otra vez.
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