Gran diccionario de mitología egipcia es uno de esos libros, junto al otro imprescindible de Elisa Castel Signos y símbolos de lo sagrado, que por mucho tiempo que haya transcurrido desde su publicación, concretamente fue publicado en 2001, no solo no queda obsoleto, sino que sigue siendo un manual de referencia.
En este caso centrado en los dioses y mitos del antiguo Egipto me atrevo a decir que es el libro referencia en español sobre el tema. De la misma forma que el libro de Wilkinson (The Complete Gods and Goddesses of Ancient Egypt) es el libro que buscar en lengua inglesa (traducido desde hace muchos años al español), el manual de Elisa Castel se presenta no solo como un completo ejercicio de síntesis de todos los dioses habidos y por haber del antiguo Egipto, sino también como una lectura muy amena que no nos hace darnos cuenta de que estamos leyendo un diccionario o una enciclopedia, consiguiendo que vayamos leyendo referencia tras referencia casi sin darnos cuenta.
Y es que el principal activo del libro es su capacidad para reunir en un único volumen a todos los dioses egipcios presentándonos sus nombres, iconografía, relaciones con otros dioses y su historia o sinopsis. De esta forma, cada dios es una ficha lo más completa posible en sí misma, especialmente en el caso de los dioses menos conocidos, facilitándonos toda la información imprescindible de los mismos. Es cierto que para lo dioses más populares o complejos deberemos ir a otros manuales más específicos para desarrollar lo aquí presentado, pero a nivel global es una perfecta introducción de esos dioses para el público general y fuente de datos de consulta para los más habituales.
Complementan este diccionario otros apartados como una cronología del antiguo Egipto, una explicación de la titulatura de los reyes, mapas y descripción de cada uno de los nomos, una tabla de divinidades interrelacionadas para poder complementar la lectura de un dios especifico con todos aquellos con los que comparte algún vínculo, equivalencias de los nombres egipcios con los griegos/romanos y viceversa, así como de las ciudades, y finalmente un índice de dioses, jeroglíficos, transliteraciones, atributos y manifestaciones. Una serie de complementos que suponen un valor añadido a un manual ya de por sí completísimo.
Es complicado ponerle peros al libro, pero si algo nos permite la perspectiva del paso del tiempo es la posibilidad de pensar en algún añadido que haría el volumen todavía más redondo como el hecho de que contase con ilustraciones o fotografías especificas de las deidades en lugar de solamente dibujos de la mayoría, que no todas. Es un pequeño detalle, pero que estoy seguro de que facilitaría aún más la asociación visual de los textos con la iconografía de los dioses partiendo de ejemplos directos.
No obstante este detalle, que es más por poner algún pero, el libro es un imprescindible en cualquier biblioteca egiptológica, un manual de consulta y referencia constante, y una obra imprescindible para su época que continua siéndolo 20 años después de su publicación.
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