Cuando hablamos de Elisa Castel lo hacemos de una de las grandes de la egiptología española. En el blog ya he reseñado dos libros suyos: Signos y símbolos de lo sagrado y Diccionario de mitología egipcia, pero todavía faltaba por reseñar el primero de todos los que publicó.
Aunque hablamos de un libro de 1998 no debemos pensar que vamos a encontrar información desactualizada o carente de interés, al contrario, si algo destacaría en Elisa es lo meticulosa que es a la hora de recopilar información de las fuentes y lo clara y amena que es su escritura, facilitando enormemente al lector la tarea de afrontar el sacerdocio en el antiguo Egipto de la forma más sencilla de entender.
Porque una de las virtudes de sus libros es que son muy accesibles para los aficionados al antiguo Egipto, así como para los que no saben mucho de esta milenaria cultura. El libro está dividido en 18 capítulos lo que facilita su comprensión al compartimentar la información de forma eficaz y crear partes de una extensión manejable para la mayoría de los lectores.
Como es lógico la autora comienza sentando los cimientos necesarios para poder profundizar más adelante en los diferentes tipos de sacerdocio explicando qué entendemos por clero y sus funciones principales, al mismo tiempo que trazando una línea temporal que nos llevará a ver cómo un aspirante a sacerdote aprenderá el oficio y los distintos niveles que puede alcanzar.
A través de pequeños capítulos y apartados entenderemos qué propiedades tenían los templos y sacerdotes, cuáles eran sus rituales diarios, de qué se alimentaban y cómo se vestían o dónde vivían y cómo afrontaban la muerte. En definitiva, veremos todos y cada uno de los aspectos que pueden estar relacionados con los sacerdotes.
Esta visión de 360 grados nos permitirá llegar al final del libro con una idea clara del sacerdocio en el antiguo Egipto, que además se verá complementada con capítulos tan interesantes y anecdóticos con ejemplos de corrupción e integridad sacerdotal.
Y cuando pensemos que lo hemos visto todo todavía nos quedará por revisar todos los tipos de sacerdotes y puestos conocidos y sus funciones a lo largo de la historia, divididos entre masculinos y femeninos. Esta última parte nos permitirá comprender cuántos tipos de sacerdotes o trabajadores de los templos podía llegar a existir.
No podía faltar para concluir, y se agradece muchísimo, tablas cronológicas, genealogías, o un mapa de los cultos más importantes del país. Complementos que ayudarán a profundizar en lo que vayamos leyendo en capítulos anteriores y servirán de referencia para futuras consultas.
Se trata de un libro fundamental para entender el sacerdocio en el antiguo Egipto, otro manual de Elisa Castel que no debería faltar en nuestra biblioteca, seamos completos aficionados al antiguo Egipto o expertos en la materia.
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