Uno de los aspectos más importantes y menos comentados a la hora de acercarse a la civilización de Kemet es su cronología. Establecer o tener unas pautas temporales acerca de su desarrollo como cultura ayuda a comprender mejor los cambios, los personajes, los dioses y la cultura en general.
Imagen de la Description de L'Egypte de la expedición de Napoleón
Porque si no tenemos una cronología clara nos parecerá muy confuso afrontar nombres de reyes, tumbas y templos sin tener una mínima noción de a qué momento de la historia pertenecen, porque no olvidemos que la historia de Kemet se prolongó durante casi 3000 años.
Por ese motivo vamos a centrarnos en su historia. Esta entrada no pretende ser un profundo análisis de los distintos periodos históricos o profundizar en los cambios y aspectos generales de cada etapa, sino más bien servir de una primera guía a los no iniciados en el mundo del Antiguo Egipto. A nivel general, los egiptólogos y expertos han dividido la historia de Kemet en tres grandes periodos con sus etapas intermedias. De esta manera, han considerado los nombres de Imperio (o reino) antiguo, Imperio medio e Imperio Nuevo junto a los de Primer, segundo y tercer periodos intermedios.
Esta división ayuda a comprender y englobar la cronología del país y el motivo es porque la historia tuvo tres grandes fases bien diferenciadas con cambios bruscos entre ellas que llevaron al país a situaciones muy difíciles en varios sentidos. Al mismo tiempo se ha establecido un listado de reyes agrupados en Dinastías que abarcan desde la 0 en el proto-dinástico hasta la XXXI en la que los gobernantes dejaron de ser egipcios hacía mucho tiempo.
¿Qué entendemos por Dinastía? Manetón, el celebre historiador egipcio (muy posterior a las dinastías egipcias) dividió los reyes de Kemet en bloques a los que denominó dinastías. Los reyes de cada dinastía estarían ligados entre sí por vínculos familiares y, cuando el sucesor perteneciese a una familia o tuviese un origen distinto, hablaríamos de una nueva dinastía. También hay que considerar que estas dinastías podían terminar abruptamente por golpes de estado, invasiones extranjeras y otros factores.
Crédito de la imagen: Wikipedia
La duración de cada dinastía, o de cada rey, no puede conocerse con exactitud ya que solo tenemos unas pocas fuentes de información al respecto y la información difiere entre ellas. Como fuentes principales coetáneas a los mismos reyes incluidos en ellas encontramos La lista real de Abidos, el canon real de Torino, la piedra de Palermo, la lista real de Karnak y la lista real de Saqqara. El problema viene porque no todos estos listados están completos y en algunos se han omitido algunos reyes voluntariamente e incluido a otros. El ya mencionado anteriormente Manetón incluiría un listado en su obra Aegyptiaca, pero ya estamos hablando de fuentes posteriores a la civilización de la que tratan.
Piedra de Palermo
Por este motivo hay que coger con pinzas cada datación de los reinados, así como de los periodos que abarcan las dinastías ya que, por aproximados que sean, contienen margen de error y están sujetos a debate entre los egiptólogos. Por tanto, el listado general que se puede consultar en cualquier libro o web de divulgación histórica debe ser tomado de forma aproximada.
Volviendo a la historia en sí, en primer lugar, encontramos unas etapas llamadas predinástica y predinástica tardía que abarcan desde el neolítico hasta la Dinastía I. Estas son las etapas de las que menos información tenemos por antigüedad y por evidencias arqueológicas. Son etapas en las que se forman las primeras estructuras de gobierno y convenciones sociales que luego terminarán de desarrollarse con la unificación del país.
Tras estos periodos llegó la unión de las dos tierras por parte del rey que se prolongó mucho tiempo y que vio nacer las grandes pirámides que todavía hoy pueden observarse en Egipto. En este primer momento tras la unión es cuando se desarrollan los principios básicos de la civilización, así como todos los términos y conceptos que permanecerían, inmutables o cambiantes, a lo largo de toda su historia.
Esta primera etapa se caracteriza por el orden y el control, por la organización de la administración en la que ve la primera capital del Kemet unido: Taui, y donde Ra se consolida como dios nacional durante la mayor parte de este periodo.
Los reyes (nesut) más representativos de esta etapa son Dyser (neterjet yeser) que construyó gracias a su arquitecto Injetep la pirámide escalonada de Saqqara, Keops (Medyed jefu) que hizo levantar la primera de las tres grandes pirámides de Guiza o Pepy II (Neterjau Neferkara Pepi) conocido por ser el último de todo este periodo.
Crédito de la imagen: Wikipedia
De ahí se pasó a un estado de ruptura total provocado por la descentralización del poder y la independencia de los príncipes de cada provincia que acabaron por relegar al rey a ser un mero observador de su país. Unido a hambrunas y falta de control Kemet se ve sumido en el caos y por poco termina ahí la brillante historia de su civilización.
Afortunadamente, y tras una serie de conflictos entre dos auto-proclamados reyes, emerge un auténtico monarca que vuelve a unir el país y traer la paz y el orden tanto al norte como al sur. Así, da comienzo un nuevo periodo de prosperidad donde el arte alcanza nuevas cotas de magnitud. Es una época menos conocida a nivel general debido a que no nos legaron obras como las pirámides o tumbas tan impresionantes como la de los otros periodos, pero fue un momento muy importante en la historia de Kemet que duró mucho tiempo.
La capital se desplaza a Iti taui primero y a Uaset (Tebas) después y Ra va perdiendo su posición como dios oficial a favor de Imen, bien sea por sustitución o por asimilación.
De ahí se dio pasó a un nuevo periodo de caos y confusión provocado por el debilitamiento del rey y la invasión por parte de pueblos extranjeros (hiksos) que se hicieron con el control del norte y centro del país. Este periodo de dominación extranjera verá su fin tras muchos años de confusión, servilismo y batallas cuando un rey del sur finalmente consiguió expulsar a los extranjeros y unificar de nuevo el país.
Esta nueva etapa que se abre es una de las más conocidas de la historia de Kemet a nivel general ya que durante la misma se construyeron las tumbas del Valle de los reyes y sus gobernantes son de sobra conocidos hoy en día, aunque sea con los nombres extranjeros de Tutankamon o Ramses II.
Cuando esta etapa finaliza volvemos a un periodo de dominación extranjera que ya nunca cesaría relegando a la cultura de Kemet al olvido y expolio que lleva sufriendo desde hace tres mil años.
Bibliografía:
Cyril Aldred, Los egipcios (1961)
P. A. Clayton, Chronicle of the Pharaohs (1994)
Pirenne, J. Historia del Antiguo Egipto. Tomo I (1985)
Otras entradas sobre aspectos básicos del antiguo Egipto:
Otras entradas sobre aspectos básicos del antiguo Egipto:
Tweet
Comentarios
Publicar un comentario