La llave de la vida es un término que suena muy bien, llama la atención y parece reflejar algo muy profundo, pero también es un término totalmente popular con claras pretensiones de atraer turistas o de difundir ideas que no tienen nada que ver con la realidad.
Antes de nada hay que saber que en Kemet (Antiguo Egipto) la escritura estaba reservada a grupos muy reducidos como los sacerdotes o los escribas. Había diferentes tipos de escritura siendo la más conocida por el gran público como la jeroglífica.
En este sistema de escritura las palabras o las letras vienen representadas por signos o ideogramas tal y como sucede con otras lenguas como la China. En jeroglífico hay una representación para una palabra concreta, que es vida, que se representa con el siguiente símbolo:
☥
La lectura del mismo sería en lengua española como anj. El motivo por el que vemos escrito ankh es porque en lengua inglesa y francesa, anch en lengua alemana, esa transliteración se pronuncia como anj. No significa que la transcripción correcta sea ankh ni que se deba pronunciar así, como ank, pero como ha sucedido desde que existe la egiptología, el tema de la transliteración a idiomas distintos del inglés y el francés deja todo que desear ya que, en lugar de adaptarse al idioma en el que queremos representar los sonidos, cogemos la transliteración inglesa y la pronunciamos a nuestra manera.
Esta palabra formó parte del nombre de varios reyes, como el famoso Tutankamon (Tut – anj – imen que significa imagen “Tut” viva “anj” de Imen “Amón”) así como se mostraba en manos de reyes y dioses simbolizando la vida eterna, pues si sujetas la vida no puedes morir.
En multitud de representaciones los dioses ofrecen esta palabra acercándolo a la nariz o la boca de un tercero para concederle esa vida o aliento vital que necesitan. Asimismo formó parte de la vida corriente de los habitantes de Kemet pudiendo encontrar esta palabra en forma de amuletos, joyas o espejos.
En la declaración 451 de los textos de las pirámides apartado 837 leemos:
"¡Oh rey, despierta! Levántate, ponte de pie, para que puedas ser puro y que tu ka pueda ser puro, para que tu ba pueda ser puro, para que tu poder pueda ser puro."
Con posterioridad los cristianos, que tenían la cruz como símbolo sagrado, la adoptaron como suya asumiendo que se trataba de una cruz, cuando, realmente no lo era en absoluto. Este sincretismo ayudó a la difusión de la escritura anj como una cruz. Un símbolo parecido es el de la diosa Venus que hoy día, y desde hace mucho tiempo, se utiliza para identificar al género femenino. De ahí que se llame a esta palabra como la cruz de la vida.
Pero, ¿de dónde viene lo de llave de la vida?. Es imposible conocer el origen exacto, ni siquiera los expertos se ponen de acuerdo en ello y seguramente será imposible saber con seguridad su origen, cómo lo interpretaban los habitantes de Kemet o qué más, además de vida, podía representar pero hablar de ella como la llave de la vida o querer ver en este símbolo una relación concreta con lo oculto es especular e inventar sin fundamento con ganas de ver más de lo que hay en realidad. Es fácil encontrar cientos de sitios web que hablan de la llave de la vida y la muerte, de que abre las puertas del mundo de los muertos y de que simboliza lo que no tiene principio ni fin. No son más que divagaciones tan carentes de fundamento como las maldiciones de las tumbas de los reyes o los esclavos que levantaban las pirámides.
Bibliografía:
CASTEL, ELISA Editorial Alderaban ISBN978-84-95414-67-0
Federico Lara Peinado; Javier Cabrero Piquero; Félix Cordente Vaquero; Juan Antonio Pino Cano ISBN: 978-84-376-2612-3 Editorial Cátedra
Otras entradas de símbolos:
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