Sociedad: El tatuaje
El estudio de los tatuajes en el antiguo Egipto
El tatuaje en el Antiguo Egipto constituye una práctica cultural profundamente significativa que trasciende la mera decoración corporal. Aunque en la actualidad el tatuaje se reconoce como una forma legítima de expresión artística, su estudio histórico ha comenzado a recibir atención académica solo en tiempos recientes. Esta tardía incorporación al discurso científico se debe a diversos factores: la escasa conservación de piel tatuada en restos humanos, la limitada mención en fuentes textuales antiguas, el estigma social que durante siglos lo asoció con la marginalidad y prostitución, y las restricciones éticas actuales que impiden la intervención directa sobre restos humanos.
No obstante, los avances tecnológicos, como el análisis por infrarrojos y radiografías, han permitido detectar pigmentos bajo la piel preservada, abriendo nuevas posibilidades para el estudio arqueológico del tatuaje. Investigaciones recientes, como las recogidas en Ancient Ink (2017), han contribuido significativamente a la comprensión de esta práctica en contextos religiosos, sociales y simbólicos.
Primeros descubrimientos
El primer registro documentado de una momia tatuada corresponde a la sacerdotisa Amunet, descubierta en 1893 por el egiptólogo Georges Daressy en Deir el-Bahari. Su cuerpo presentaba patrones de puntos y rayas, lo que constituye uno de los primeros testimonios de tatuajes en un contexto funerario egipcio.
Posteriormente, el arqueólogo Herbert E. Winlock identificó otras dos momias femeninas tatuadas (datadas entre 2000–1550 a.C.) en el templo de Mentuhotep II, interpretándolas como “bailarinas” de bajo estatus social, influenciado por el hallazgo de una figurilla similar en las proximidades.
Un avance crucial se produjo en 1948, cuando Ludwig Keimer publicó las primeras imágenes detalladas de momias tatuadas. Su análisis vinculó los diseños con funciones sociales específicas, como sacerdotisas o artistas, y estableció comparaciones con prácticas contemporáneas entre comunidades coptas y musulmanas.
Análisis actuales
Más recientemente, la arqueóloga Anne Austin ha revolucionado el estudio del tatuaje egipcio mediante el uso de tecnologías avanzadas. En Deir el-Medina, identificó más de 30 tatuajes en momias femeninas, muchos de ellos relacionados con el culto a Hathor, incluyendo el Ojo de Horus, serpientes y símbolos de protección. Austin también ha cuestionado las interpretaciones tradicionales que asociaban los tatuajes con marginalidad, señalando el sesgo masculino presente en la historiografía anterior.
La momia identificada con más de 30 tatuajes. Créditos de la imagen: Smihsonian magazine December 5th 2019
No son muchos los estudios sobre el tema, pero se observa un incremento y un mayor interés por investigar esta parte de la cultura del antiguo Egipto que siempre ha pasado "de puntillas" en trabajos previos.
Evidencias encontradas
Los tatuajes más antiguos conocidos en Egipto datan de más de 5.000 años. En Gebelein, al sur del Alto Egipto, se descubrieron dos momias predinásticas (c. 3900–3100 a.C.) con tatuajes visibles gracias a tecnología infrarroja. El “Hombre de Gebelein” presentaba imágenes de animales bóvidos en el brazo, de identificación dudosa. La momia femenina mostraba tres motivos únicos: Un diseño en forma de “L” invertida en el brazo, posiblemente un báculo ceremonial, cuatro figuras en “S” en el hombro, interpretadas como aves en vuelo o varas rituales y una línea horizontal en el abdomen, asociada con protección o fertilidad. Ambos ejemplos forman parte de los siete ejemplos bien preservados de individuos momificados naturalmente del período Predinástico de Egipto que se encuentran en el Museo Británico.
Tatuajes en forma de "S" del hombre de Gebelein. Créditos: The Trustees of the British Museum
Durante el Reino Medio, se han identificado nueve momias tatuadas en Egipto y Nubia, muchas de ellas con el estilo de “puntos y rayas”, de origen nubio, utilizado en composiciones geométricas. Este estilo se relaciona con rituales de fertilidad, protección y devoción a Hathor.
En el Reino Nuevo, la evidencia se amplía y la iconografía se diversifica. Se han hallado tatuajes con representaciones del Ojo de Horus, símbolos nefer, babuinos sentados y, de forma destacada, imágenes del dios Bes. Hasta la fecha, se han identificado nueve momias tatuadas en la zona de Deir el-Medina, aunque algunas aún no han sido publicadas. Un ejemplo notable es el tatuaje de Bes localizado en la parte superior de la cadera de una momia en la Tumba Tebana 298 (TT 298).
Al margen del "hombre de Gebelein" que hemos visto anteriormente, en el Antiguo Egipto no existe evidencia artística ni física concluyente de que los hombres fueran tatuados, con la excepción de una estela de la Dinastía XII procedente de Abidos. Esta muestra una figura que se presume masculina, con marcas descendiendo por el pecho. Sin embargo, debido al desgaste extremo de la estela, es difícil determinar si dichas marcas representan realmente tatuajes como destaca Bianchi.
Otro punto destacable es que la mayoría de restos humanos tatuados encontrados provienen de Nubia, lo que ha llevado a teorizar a los expertos en que las momias encontradas en Egipto eran de origen Nubio, siendo, por tanto, más una costumbre nubia que egipcia. Sin embargo, examinando representaciones de Nubios en la cultura Egipcia no se aprecian tatuajes en ningún caso que se haya podido documentar, lo que pone en duda la teoría de que fuese una practica eminentemente nubia.
Curiosamente no se ha relacionado esta influencia extranjera con otras regiones como Libia, cuando sí hay identificados tatuajes o decoraciones en la piel en varias representaciones de esta población en el arte egipcio como en la tumba de Seti I o en la tumba de Anen (De Groot, 2017)
Libio representado en la tumba Anen mostrando sus tatuajes. Créditos de la imagen: Robins 1997:137, fig. 155
Por último, se han considerado como evidencias figurillas con patrones de puntos y líneas que han sido interpretados como posibles tatuajes. Sin embargo, no hay consenso: algunos estudiosos los consideran decorativos o simbólicos, otros los vinculan con tatuajes rituales.
También se ha estudiado a una bailarina desnuda con un tatuaje azul oscuro de Bes en cada muslo en un fragmento de pintura mural de la Dinastía XIX hallado en el poblado de los obreros de Deir el-Medina (Vandier d’Abbadie 1938: lámina III).
El tatuaje en la literatura
Pauline de Groot ha examinado traducciones de determinados pasajes en los que se ha elegido la palabra tatuar o inscribir para realizar la traducción. Sus conclusiones son que la palabra "mtnw" no se refiere a tatuar en el sentido de inscribir en la piel, debido que los determinativos que acompañan a la palabra refieren otros usos o significados.
Herramientas de tatuaje
El estudio de Tassi al que se hace referencia en el apartado de bibliografía, reseña tres factores para identificar posibles agujas para la elaboración de tatuajes:
- Presencia de rastros de sangre o pigmento en las puntas de las agujas.
- Punzones o agujas metálicas de punta fina, a menudo atadas entre sí o montadas en un mango, en números impares (normalmente entre tres y siete).
- Asociación con mujeres, al menos en Egipto, como parte de objetos cosméticos femeninos.
El autor da dos ejemplos de posibles agujas de tatuaje, pero ninguno de los dos se puede demostrar como tal: Un microlito montado en un palo de madera hallado por Petrie en las tumbas reales de Abidos y agujas de bronce de Gurob: Halladas por Petrie en 1880 (Dinastía XII), conservadas en el Museo Petrie de Arqueología Egipcia (UCL, cat. n.º UC 7790). ).
Posibles instrumentos utilizados como agujas de tatuaje. Créditos de la imagen: UCL Museums & Collections
Algunos de los numerosos punzones y agujas encontrados en sitios arqueológicos podrían haber sido utilizados como agujas de tatuaje, pero su identificación como tales se hace muy complejo.
Por otro lado, los estudios sobre el uso y herramientas del tatuaje se centran exclusivamente en las personas tatuadas pero no se ha investigado acerca de la figura del tatuador. ¿Era una profesión independiente o debido a los pocos casos encontrados eran artistas especializados en otra rama que aprendían el arte de tatuar?
Uso de los tatuajes
Todos los estudios modernos tienen a asociar el uso de tatuajes con actividades rituales y de danza. Es cierto, que varios han sido encontrados en cuerpos de bailarinas, pero con tan escasas evidencias no de debe dar por hecho que esta asociación es la única o principal.
De hecho, en varios de los estudios incluidos en la bibliografía se considera que su uso también servía como protección para mujeres embarazadas y, especialmente, para el momento del parto, en el que los tatuajes del dios Bes podrían facilitar el parto en una sociedad en la que la mortalidad infantil y durante el alumbramiento era considerable.
Conclusiones
El análisis del tatuaje en el Antiguo Egipto revela una práctica cultural compleja, profundamente vinculada a aspectos religiosos, sociales y simbólicos, que trasciende su función meramente decorativa. Aunque históricamente ha sido un tema marginal dentro de los estudios egiptológicos, los avances tecnológicos recientes, como el uso de imágenes infrarrojas y radiografías, han permitido identificar pigmentos en piel preservada, abriendo nuevas vías para su investigación.
La evidencia disponible indica que el tatuaje fue predominantemente una práctica femenina, asociada a la fertilidad, la danza, la protección durante el parto y el culto a deidades como Hathor y Bes.
A pesar de la ausencia de pruebas concluyentes sobre el tatuaje masculino, con excepción de casos aislados como el "Hombre de Gebelein" y una estela de Abidos, el fenómeno parece haber estado condicionado por factores de género y por diferencias culturales entre Egipto y Nubia.
La identificación de herramientas de tatuaje en contextos arqueológicos sigue siendo compleja. Aunque se han propuesto criterios para reconocer agujas de tatuaje, como la presencia de pigmento, su asociación con objetos cosméticos femeninos y su forma específica,, la falta de evidencia directa limita las conclusiones definitivas.
Bibliografía:
Aaron Deter-Wolf, Lars Krutak - Ancient Ink: The Archaeology of Tattooing, University of Washington Press, 2017
Bianchi, Robert S., Marks of civilization. Artistic transformations of the human body, 1981
Daressy, Georges, Notice explicative des ruines du temple de Médinet Habu, Le Caire, 1897
De Groot, Pauline, The Magic of Reality and the Reality of Imagination: A Study of Depictions of Tattoos and their Agency in Ancient Egyptian and Greek Material Culture, dating from c. 2100 to 300 BC, 2017
Herbert E. Winlock - Excavations at Deir el Bahari, 1911–1931. 1942
Keimer, Ludwig - Remarques sur le tatouage dans l’Égypte ancienne (= Mémoires de l’Institut d’Égypte. 53). Institut Français d’Archéologie Orientale, Kairo 1948
Sawaram, Dima - Inked in devotion – An Analysis of Tattoo Art as Religious Expression in Ancient Egypt and its Cultural Survival in North African Folk Practices, 2025
Tassie, Geoffrey J., Identifying the Practice of Tattooing in Ancient Egypt and Nubia, 2003
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