Hijas del Nilo es una exposición temática sobre el antiguo Egipto que se puede visitar en Madrid, en el Palacio de las Alhajas, entre el 10 de junio y 31 de diciembre de 2022. Presentada por el grupo Eulen, tiene por objetivo mostrarnos la civilización del antiguo Egipto desde el punto de vista de las mujeres, en todos los ámbitos. El precio de la entrada es de 14 euros.
Podéis acceder a su página web aquí. Está comisariada por Esther Pons y Nacho Ares, lo que ya denota que va a tratarse de una exposición muy bien presentada y completa. Si no les conocéis basta decir que dentro del extenso Curriculum de Esther Pons encontramos que es Co-directora de la misión arqueológica en Oxirrinco desde 2019 o Conservadora del departamento de antigüedades egipcias y del próximo oriente en el Museo Arqueológico Nacional (MAN). Mientras que a Nacho Ares se le conoce sobre todo por su presencia en redes sociales a través de su canal Dentro de la pirámide o como escritor de un buen número de novelas ambientadas en el antiguo Egipto.
La exposición está divida en tres plantas en la que encontramos 5 ámbitos diferentes en los que se nos muestra el papel de la mujer en la sociedad egipcia como son "La mujer en el antiguo Egipto", "Mujeres reales", "Diosas y templos", "De la muerte a la eternidad" y "Egiptomanía". En esta entrada vamos a realizar un recorrido por todas ellas para ver qué nos vamos a encontrar, cómo está estructurada y qué opinión tengo de la exposición.
Lo primero que me gustaría destacar es lo protegidas que están las piezas expuestas. Cuentan con protección que nos impide tocarlas o ensuciarlas de cualquier forma e, incluso, muchas de las piezas vienen con la prohibición de hacer fotos, especialmente las piezas con algún tipo de policromía. Es de agradecer que desde la entrada se nos explique esto y se nos de la bienvenida de la forma en que lo hace el personal de la exposición, siempre atentos y muy presentes a lo largo de todas las salas. Es algo que, desgraciadamente, en otras exposiciones o museos no se suele ver y es un punto muy a favor de Hijas del Nilo.
Nada más iniciar se nos invita a ver un vídeo introducción a la exposición en una gran pantalla que nos pone en situación y comienza a mostrarnos lo que será el fantástico aspecto visual que tendrán otras proyecciones que veremos más adelante.
Es destacable la cantidad de información que se pone a nuestra disposición en los espacios temáticos, tanto en español como en inglés, así como la información de cada pieza expuesta. No hay muchas exposiciones que ofrezcan tanto contenido escrito y es la mejor forma de introducir al público general en cada una de las áreas. Si que es cierto que la información de cada pieza es escasa en datos específicos cómo dónde pertenece o fue encontrada, por ejemplo. Detalles que sí están presentes en el libro catalogo de la exposición.
El propio recorrido ha sido mimado hasta el mínimo detalle intercalando información útil, piezas y algunos vídeos, reproducciones diversas (el despacho de Howard Carter de la imagen de abajo) y una serie de proyecciones y representaciones de las que hablaré más adelante en detalle. Esta disposición hace que la visita sea más amena para el no iniciado y al mismo tiempo más visual.
A lo largo de tres plantas vamos a poder recorrer una serie de ambientes temáticos separados entre sí con multitud de piezas interesantes.: figuras, cerámica, ataúdes o estelas entre otros son algunas de las piezas que nos van a mostrar. Hay piezas realmente asombrosas como la que a mí personalmente más me ha gustado que es el ataúd de Shepenun.
Al final de la entrada os dejaré unas cuantas fotos de varias piezas de la exposición.
Una vez recorramos las tres plantas no habremos acabado la exposición ya que queda una última zona antes de salir relacionada con el más allá, en la que encontraremos elementos muy vistosos y que, en mi opinión, redondean la exposición y aportan una perspectiva increíble a la decoración de varias tumbas.
En primer lugar tendremos una reproducción virtual de la tumba de la reina Nefertari. Esta se ha conseguido proyectando en una habitación a través de sus paredes imágenes en movimiento con la decoración de parte de la tumba. Por un lado es un detalle maravilloso ya que nos permite observar la decoración in situ sin necesidad de estar en la tumba y, por otro lado, es muy visual y llamativo para el público general ya que mezcla sonido, voz y movimiento de varias de las figuras de las paredes.
Las imágenes estáticas no hacen justicia a la experiencia que se vive en la sala.
Pero lo mejor está todavía por llegar y es la parte que, en mi opinión, es la más impresionante de todas y que hace que desees permanecer en esa sala el mayor tiempo posible, además de plantar en nosotros la semilla de volver en varias ocasiones.
Se trata de la reproducción de la tumba de Senedjem, pero no de forma virtual, sino a través de la reproducción imagen por imagen de cada una de las paredes de la tumba. Un trabajo increíble para conseguir una reproducción exacta que, encima, nos ofrece la posibilidad de disfrutar de la decoración de la tumba mejor aún que en la propia tumba ya que no hay protecciones en las paredes ni desperfectos en la pintura por el paso del tiempo, aunque la recreación es tan fiel que las partes en las que falta imagen se han reproducido tal cual.
Tenemos, en definitiva, una exposición que nos ofrece la oportunidad increíble de visitar dos tumbas además de contemplar multitud de piezas relacionadas con la mujer bien diferenciadas por diferentes ámbitos temáticos.
Si que es cierto que, para un público general, la idea que se va a instalar en su cabeza es la de una casi total igualdad entre el hombre y la mujer en el antiguo Egipto, y esto no es verdad o con matices. Se resaltan varios aspectos en los que la mujer goza de los mismos derechos que el hombre como el matrimonio, herencias, contratos, divorcio, etc... pero esto no nos puede dar la idea de una sociedad igualitaria ya que no lo era en absoluto.
Es cierto que, comparada con otras sociedades contemporáneas, o incluso posteriores como la griega o romana (o incluso la española de no hace tanto tiempo), la sociedad del antiguo Egipto era infinitamente más igualitaria y las mujeres tenían menos desventajas y limitaciones, pero aún así debemos recordar que es una sociedad en la que la mujer trabajando en casa era lo habitual, no existían reinas (quitando tres casos concretos con circunstancias muy especiales), ni funcionarios que no fuesen masculinos.
La herencia real se transmitía por las mujeres, pero era un hombre quien tenía que reinar para conservar la Maat (el equilibrio) al igual que era el hijo quien tenía que enterrar al padre. Un detalle que no se destaca es que la mujer no se representaba siempre al mismo tamaño que el hombre en estatuas y figuras, siendo lo habitual que la mujer tuviese un menor tamaño.
Son, en definitiva, elementos que nos hacen ver que no era una sociedad igualitaria, pero que al salir de la exposición nos puede dar la impresión de que sí, y hay que verlo siempre con matices.
Es una gran oportunidad que no deberíamos dejar pasar y que todavía se puede visitar hasta el 31 de diciembre.
Puntos a favor:
- Protección y seguridad de todas las piezas.
- Gran cantidad de información.
- Multitud de guias, vigilantes y personal de apoyo.
- La posibilidad de visitar dos tumbas a través de reproducciones.
Puntos a mejorar:
- El hecho de que tengas que seguir un itinerario de forma obligatoria, no pudiendo acceder al baño, por ejemplo, si no pasas por las salas en un determinado orden.
- El precio puede echar un poco para atrás, pero está totalmente justificado por lo ofrecido y el personal involucrado.
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