Ir al contenido principal

Museos: MAN (Museo arqueológico nacional)



Según puede leerse en la misma página del Man, en el apartado de Egipto y Nubia, para describir su colección:

“De Egipto y Nubia el Museo conserva objetos desde la Prehistoria hasta la época romana y medieval, vinculados al mundo religioso y funerario (sarcófagos, ushebtis, amuletos, momias, estelas, esculturas de divinidades, etc.), muchos de ellos procedentes de excavaciones arqueológicas sistemáticas realizadas en Ehnasya el Medina (Heracleópolis Magna) y en diversos yacimientos nubios.”


El Museo Arqueológico Nacional patrocina excavaciones en Heracleópolis Magna desde la concesión del gobierno egipcio en 1966, de ahí que muchas de las piezas del Museo provengan de esta excavación. Heracleópolis Magna, conocida como Hen nesut en el antiguo Egipto, fue una localidad de gran importancia siendo capital del país durante parte del Primer periodo intermedio y contando con un culto al dios Jerisef que se tradujo en un templo en el que se está trabajando y que en 2015 comenzaron con trabajos de restauración.

De Egipto encontramos hasta 686 piezas que pueden consultarse en el catalogo de su página web con completas fichas en las que se incluye una detallada descripción de cada objeto. Tenemos la posibilidad de descargar un pdf de cada una de ellas ayudándonos a crear una colección increíble que nos permita visitar el museo con la máxima información posible. Podéis acceder al enlace directo aquí: Fichas MAN Egipto.

Una vez preparados y con nuestras piezas favoritas en mente llegaremos al museo y nos encontraremos con una presentación que nos adelanta qué nos vamos a encontrar en las próximas salas.

Primera vitrina que nos encontramos junto a la información de Egipto.

El recorrido está dispuesto en una serie de salas, ordenadas temáticamente, en la que vamos a encontrar multitud de objetos con su correspondiente información. Si no tuviésemos acceso a las fichas antes citadas, el Museo proporciona carteles informativos de cada pieza, o grupo de piezas, explicándonos de qué se trata, su época y una pequeña descripción de las mismas.



Las piezas se encuentran protegidas por cristales que nos impiden acercarnos y tocarlas, con la excepción de algunas estelas de falsa puerta demasiado grandes, y pueden verse tanto agrupadas en bases como colgadas de la pared.



El recorrido que nos propone el Museo es ideal para familiarizarse con diversos aspectos de la cultura del antiguo Egipto tales como la vida cotidiana, creencias religiosas o el panteón de dioses, agrupando los objetos según estas temáticas y permitiéndonos acceder a todo el contenido relacionado dentro de la misma sala o grupo de salas.



El Museo tiene varios detalles que son muy de agradecer a la hora de colocar objetos o decorar las salas. Por ejemplo, en la parte donde podemos encontrar sarcófagos veremos que en las paredes hay reproducciones de las escenas del Amduat tal y como pueden verse en la tumba de Thutmosis III. Es un detalle que puede pasar desapercibido para el que no lo conoce, o no prestársele demasiada importancia, pero que me parecen un gran acierto a la hora de complementar y enriquecer la visita.



El precio del Museo es tan bajo y lo que tiene que ofrecer tanto que, aunque como es natural me he centrado en la parte dedicada al antiguo Egipto, las piezas, épocas y lugares de procedencia de sus colecciones abarcan tantas culturas y civilizaciones que resulta imposible ver el Museo en un solo día, incluso aunque sea solo por encima.

Si nos centramos solo en la parte del antiguo Egipto podemos dedicar una mañana o una tarde, si no somos especialmente entusiastas de esta cultura, porque en cuanto te guste bastante, la estudies o quieras profundizar más en cualquier aspecto, ya necesitaremos muchos días para poder sacar todo el juego a lo que el Museo tiene para ofrecer.

Como seguramente tras la primera visita nos quedemos con ganas de más, pero no sea posible visitar el Museo con tanta frecuencia como nos gustaría, el Man ofrece a través de su página web la opción de realizar una visita virtual a través del siguiente enlace: Visita virtual MAN



Se trata de una visita completa al Museo pudiendo acceder directamente a las zonas que deseemos, moviéndonos con total libertad y haciendo zoom en las partes que queramos. Acompañados de las fichas que el mismo Museo nos facilita y cuyo enlace podéis encontrar al principio de la entrada podemos tirarnos horas admirando y estudiando cada objeto.

Con la introducción que he realizado del Museo y la posibilidad de recorrerlo cada uno a su gusto no voy a detallar todo lo que podemos encontrar en este, ya que para eso están los enlaces de la colección y la visita virtual, pero sí quiero dedicar la siguiente parte de la entrada a destacar y analizar una serie de objetos que, en mi opinión, son de los más interesantes. Para ello aportaré más información de la que puede encontrarse en las fichas del Museo, ya que sino no tendría sentido repetir lo mismo que allí podemos encontrar.

Caja de Ushebtis de Khabekhent




Datada del Reino Nuevo y perteneciente a Khabekhent, dueño de la tumba tebana número 2 (TT2) que formó parte de la comunidad de artesanos de Deir el Medina. No obstante, la caja fue encontrada en la tumba tebana número 1 (TT1) perteneciente a Sennedjem, su padre.

Primero de todo, indicar qué es una caja de Ushebtis: es el contenedor en el que se depositaban unas figurillas llamadas Ushebtis, que servían al difunto en la otra vida. Se colocaban en la tumba y su función era sustituir al difunto en las tareas a realizar en la otra vida. Podían llegar a ser hasta 365, uno por cada día en que había que sustituir al fallecido.

Caja de Ushebtis de Khabekhent y su esposa Ast en el Museo del Louvre.


Las figuras representadas se encuentran en estado momiforme, con conos de perfume en la cabeza y los dibujos de los laterales y la parte posterior se interpretan como estelas de falsa puerta. 


Estelas de falsa puerta

Como estelas de falsa puerta conocemos a esas estelas que, asemejándose a una puerta, pero sin posibilidad de abrirse, se colocaban en la parte occidental de las tumbas y permitían la comunicación de difuntos y familiares que depositaban ofrendas frente a estas. 

El trabajo realizado en Heracleópolis magna se tradujo en la recuperación de varias estelas de falsa puerta, algunas de las cuales fueron a parar al Museo arqueológico, otras al Museo egipcio de El Cairo y el resto a los almacenes del Ministerio de antigüedades ubicados en Ehnasya el-Medina (la antigua Heracleópolis magna).

En total en el Museo podemos encontrar 5 ejemplares de estela de falsa puerta, las de las damas Shedy y Neferet, Jetyuah, Im y Jety. De los 5 ejemplares quiero reseñar tres:

Estela de falsa puerta de Shedy 

Hallada en Heracleópolis magna y por tanto fechada durante el Primer periodo intermedio o Reino medio. Perteneció a la dama Shedy.




Shedy puede verse a ambos lados de la puerta en la parte inferior, sujetando un cetro. En el centro dos ojos Uadyet sobre los que se encuentra la escena de la mesa de ofrendas. En esta se encuentra la propia Shedy aspirando el aroma de una flor de loto, símbolo de renacimiento.

 Sobre las jambas internas de la puerta, bajo el Uadyet, se encuentran representados a ambos lados dos personajes conocidos como Jety y Herishefnajt. Su vinculación con la dama Shedy no está confirmada todavía, pero el hecho de aparecer en su estela indica que podrían ser familiares.

En la parte superior de la estela podemos encontrar diversas fórmulas funerarias, dedicadas tanto a Usir (Osiris) como a Inpu (Anubis). En la de Usir se puede leer “señor de Djedu y el gran dios, señor de Abdu”. En cuanto a Inpu “Inpu está a la cabeza de su montaña, en el lugar del embalsamamiento; el Señor de la Necrópolis”.

Cuando comenzó su conservación en el Museo se registraron una serie de notas previas que hacían referencia al estado de la estela: “76/114/a/2072 (68): Estela de Sdy y Herichef. Buen estado de conservación. Son legibles las inscripciones y conserva restos de policromía. Alt. 99 cms. Anc. 45 cms.”.

En 2007 la estela abandonó el Museo y se exhibió en distintos lugares, momento en el que se aprovechó para volver a intervenirla. Actualmente podemos encontrarla en la sala 33, en la vitrina 2.

Falsa puerta de la dama Neferet

Segunda falsa puerta que podemos encontrar procedente de Heracleópolis magna y, por tanto, de la misma época que la anterior. Perteneciente a la dama Neferet.



Muy similar a la precedente, con la imagen de la difunta en la mesa de ofrendas en el centro sobre dos ojos Uadyet. Sin embargo, la parte inferior de las jambas, tanto interiores como exteriores, se encuentra muy deteriorada por lo que no es posible distinguir figuras.

Las fórmulas funerarias vuelven a remitir a Usir e Inpu, indicando en esta ocasión: "Ofrenda que da el rey y Usir, señor de Busiris. Una invocación de ofrendas consistente en pan y cerveza, bueyes y aves de la Imajut cerca del gran dios, señor del cielo, Neferet."

"Ofrenda que da el rey e Inpu, que está sobre su montaña. Una invocación de ofrendas consistente en pan y cerveza, bueyes y aves de la Imajut cerca de Inpu, Neferet.) 

La estela fue restaurada una segunda vez, tras una primera cuando llegó y se inventarió en el Museo, en 2011 y 2012. Actualmente localizada en la sala 34, vitrina 11.


Falsa puerta de Khetyuah


Estela que no pertenece a una dama sino a un alto dignatario "amado de su señor". Los elementos son los mismos que en las dos anteriores: el difunto representado en la parte central frente a la mesa de ofrendas, los dos ojos Uadyet justo debajo, fórmulas a Usir e Inpu en la parte superior y representaciones del difunto en las jambas exteriores, como sucedía con la estela de la dama Shedy.

El estado de conservación no es tan bueno como el de la dama Shedy pudiendo apreciar daños en la jamba superior, así como otros menores en la parte inferior.

Serapis



Serapis fue una creación de Ptolomeo I Sóter al comenzar la dinastía ptolemaica, justo tras Alejandro Magno. Se trata de una forma adaptada para los griegos del dios Osiris, o una sincretización de Osiris-Apis helenizada, siendo Apis tras su muerte un Osiris. Contó con abundantes templos durante toda la época griega llegando incluso a continuar su influencia en tiempos romanos.

No obstante, su culto permaneció como algo estrictamente griego ya que la población autóctona no hizo hueco en su panteón particular a esta nueva divinidad, motivo por el que el mismo estado retiró su financiación al culto de Serapis (Wilkinson Toby, p 562, 2011). 

Según nos cuenta Joyce Tyldesley la creación de Serapis fue algo meditado y consensuado entre Ptolomeo I y Manetón de Sebenitos y Timoteos de Atenas con el objetivo de crear una nueva divinidad, sin culto anterior y que sirviese tanto para helenos como para egipcios en un mundo moderno (Joyce Tyldesley, p. 90, 2008) que no solo tomaría el lugar de Osiris-Apis por parte egipcia, sino que incorporaría elementos de Dionisio, Asclepio, Zeus, Hades o Helios en su concepción.

En sus templos, los Serapeos, no solo se rendía culto al dios, sino que servían como hospitales para los enfermos. Realmente, su iconografía no deja de ser la de un dios Zeus a primera vista, algo fácil de asimilar para los griegos, pero no muy razonable para los egipcios acostumbrados a dioses mitad humanos, mitad animales u antropomorfos con formas mucho más habituales.

Se representaba habitualmente con una corona con forma de kalathos, o cesta de mimbre, algo bastante diferente a lo que portaba Osiris o los dioses egipcios en general. Siempre era mostrado con barba completa y atuendo típicamente griego como se puede apreciar en el busto que se encuentra en el Museo y que cronológicamente se encuadra en el siglo II d.c.




La entrada iba a ser originalmente más extensa incluyendo también el análisis de las piezas los ataúdes, pero desarrollando esa parte he creído conveniente realizar una entrada exclusiva con los ataúdes que verá la luz en el mes de mayo.


Bibliografía:


López, J. - “Rapport préliminaire sur les fouilles d’Hérackléopolis (1968)”, Oriens Antiquus XIV: 59-78, 1975

Moreno Cifuentes, María Antonia - Restauración y conservación de un conjunto de estelas de falsa puerta hallado en Heracleópolis Magna (Ehnasya el-Medina, Beni Suef) (Trabajos de Egiptología nº10), 2019

Tyldesley, Joyce - Cleopatra Last Queen of Egypt, 2008

Wilkinson, Richard – Todos los dioses del antiguo Egipto, 2003

Wilkinson, Toby - Auge y caída del antiguo Egipto by Wilkinson, 2011














MÁS SOBRE EL MAN

Comentarios

Entradas populares

Curso de jeroglíficos. Tema 1.2: Jeroglíficos básicos

En este punto del primer tema dedicado a la escritura en el Antiguo Egipto vamos a profundizar en el sistema de escritura más conocido y estudiado: la escritura jeroglífica. Este tipo de escritura fue “descifrada” por Jean-Francois-Champollion a través de la conocida Piedra de Rosetta que actualmente puede contemplarse en el British Museum. Esta sería la versión rápida ya que varios egiptólogos trabajaron intentando descifrar las escritura jeroglífica antes y después de Champollion. Sería muy largo realizar una entrada exclusivamente sobre esto y no se ciñe a lo que quiero mostrar más centrado en la escritura como tal, por lo que nos quedaremos con la noción básica de dónde viene nuestro conocimiento actual sobre los jeroglíficos. Las lenguas más utilizadas para transliterar jeroglíficos son el inglés y el francés por lo que muchas veces encontraremos transcripciones que difieren de la pronunciación española. Es común ver tablas de equivalencias de signos jeroglíficos con letras

Símbolos del antiguo Egipto: La leyenda del ave fénix

Mucho se ha hablado y se conoce la figura del ave fénix, ese animal mitológico que resurge de sus propias cenizas en un eterno ciclo de resurrección. Sin embargo, poco se sabe su origen y su simbología. Antes de nada hay que remontarse a Kemet, el antiguo Egipto tal y como hoy lo conocemos, para encontrarnos con un ave realmente especial, el pájaro Benu. Esta ave estaba íntimamente relacionada con el ciclo del inframundo o la duat, personificando el ba de dioses como Ra u Usir (Osiris). La propia palabra Benu está relacionada con el verbo cuyo significado es el de levantarse. Según el mito, el pájaro, en el momento de la creación original, se posó sobre una roca sobre las aguas primordiales y allí emitió un graznido que rompió el silencio primigenio determinando lo que estaría por existir en la creación. El Benu aparece nombrado en el libro de los muertos, concretamente identificado como Ra. En el capítulo 13 se puede leer: “Entro como un halcón y salgo como un Benu al aman

Símbolos antiguo Egipto: Cetros

Hoy vamos a centrarnos en un aspecto en concreto del Antiguo Egipto. Los cetros o símbolos de poder: CETRO O FLAGELO NEJEJ Se trata de un cetro que llevaba el rey en la mano derecha. El mismo permaneció sin modificar durante toda la historia de Egipto con la forma que se puede apreciar en la paleta de Narmer. Se asocia especialmente con Usir (Osiris) aunque también puede vincularse a otros dioses como Menu (Min). No hay una idea clara y concreta de lo que representaba por la falta de evidencias acerca del mismo. Las teorías más aceptadas indican que representa un símbolo de pastoreo con la que el rey guía a su pueblo. Otros interpretan su forma como la de un mayal modificado o un espantamoscas de ganadero. Al mismo tiempo está vinculado con la otra vida y es la herramienta con la que se conduce al difunto conectando a su portador con las divinidades del más allá. Otra teoría *1 indica que podría tratarse de un sonajero o instrumento de guía son